Fuente: Redacción Fusión/Instituto Hábitos Fecha: 6 de agosto 2020, 13:31 PM
El cepillo de dientes es un lugar propicio para desarrollar bacterias y regularmente no tenemos la costumbre de lavarlos y mucho menos desinfectarlos. Sin embargo, al estar húmedos, en el cuarto de baño y sin enjuagarse, se convierten en una «fiesta» para los gérmenes.
Dar mantenimiento a nuestro cepillo de dientes es un excelente hábito para adoptar, no toma mucho tiempo y nos asegura estar realmente limpiando nuestra boca y no metiendo más gérmenes a la misma, señala Valeria Lozano, Fundadora de Instituto Hábitos.
Enjuagar, lavar y desinfectar periódicamente ¿Cómo? Existen varios métodos y puedes adoptar el que mejor te convenga.
Por la noche, después de tu última lavada de dientes (se recomienda, si NUNCA HAS DESINFECTADO TU CEPILLO):
1.- Lava tus manos para evitar contaminación cruzada.
2.- Enjuágalo con agua caliente para que se 'ablande'
3.- En un recipiente coloca alcohol (que tape la cabeza del cepillo) y agita durante unos segundos (máximo un minuto)
4.- Enjuaga el recipiente, y coloca agua tibia (que tape la cabeza del cepillo) con dos cucharadas de bicarbonato. Ahora sí, deja remojando toda la noche.
5.- Al día siguiente, enjuaga y ¡listo!
Esto lo puedes hacer una vez a la semana.
MANTENIMIENTO
Deja remojando en la noche tu cepillo en media taza de agua purificada y tantita agua oxigenada (una cucharadita). Y en la mañana enjuaga y listo.
Recuerda que el cepillo de dientes, se desinfecte o no, tiene un tiempo de vida limitado. Idealmente no más de 3 meses para reemplazarlo.
El punto es asegurar que está listo nuestro cepillo y que realmente limpia, en lugar de que salga contraproducente.
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