¿Qué pasa en tu cuerpo cuando besas a alguien?

La poesía, el cine y la gran cantidad de películas románticas que tenemos actualmente, siempre se han dedicado a profundizar el mágico significado de un beso y la reacción que ocasiona en las personas. Sin embargo, a pesar de todas esas reacciones poéticas, también se producen reacciones físicas y químicas en nuestro organismo cuando besamos a alguien.

Hormonas: Gracias a los estudios sobre este intercambio de fluidos sabemos lo que sucede en nuestro cuerpo cada vez que besamos y la ciencia nos ha enseñado, que no besamos por besar. Según varios estudios de la Universidad de Oxford, los besos a través de distintas sensaciones internas que generan, nos ayudan a evaluar la idoneidad de la pareja.

Esto puede explicar, por qué a menudo hay un primer mal beso y después no hay un segundo. Se sabe también que besar, genera adicción, con cada beso nuestro cerebro libera dopamina (responsable del placer), serotonina(favoreciendo la excitación), epinefrina (aumentando nuestra frecuencia cardíaca) y oxitocina (facilitando el sentimiento apego).

Bajas tu estrés, quemas calorías: Por si esto fuera poco, los besos, sobre todo cuando se disfrutan con regularidad, nos ayudan a relajarnos. Esto sucede porque cada vez que te besas con alguien se reducen los niveles de cortisol, también conocido como la hormona del estrés.

A nivel físico, cada sesión de besos con tu pareja te puede hacer quemar entre 17 y 26 calorías. Este gasto calórico se debe, por un lado, a que cada vez que besas a alguien movilizas 34 músculos faciales y otros 134 músculos de todo el cuerpo.

El intercambio de saliva puede favorecer el sistema inmune: De acuerdo con un estudio realizado por la UNAM, los besos motivan la producción de saliva y favorecen su correcto desarrollo. Por otro lado el intercambio de saliva estimula el sistema inmunitario y favorece la creación de anticuerpos.

Pese a que muchos indicadores hablan que los besos traen un gran beneficio, alrededor de 650 millones de personas, no lo hace nunca por motivos culturales, pero ¿no caería nada mal un beso para quemar calorías?