Tips para sobrevivir al horario de verano

Cada primer domingo de abril inicia de forma oficial el horario de verano, es decir, toca el turno de adelantar nuestros relojes una hora.

Durante los primeros días, es muy común que tú 'reloj biológico realice las actividades diarias "una hora antes", pues de acuerdo con los expertos, la mayoría de las personas tardan 6 días en acostumbrarse al nuevo horario. 

Las molestias más comunes con el cambio de horario son: somnolencia, irritabilidad, dolores de cabeza, dificultades para concentrarse y en ocasiones no poder conciliar el sueño por las noches. Estos síntomas se deben a la diferencia de cronotipos, esto es que cada persona se acomoda de forma particular al ritmo circadiano, que representa el ciclo de sueño y vigilia durante 24 horas.

De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); existen ciertas consecuencias para la salud debido al cambio de horario como:

• Somnolencia, irritabilidad, dificultad para poner atención y concentrarse.
• Baja productividad y rendimiento bajan por la fatiga.
• El malestar general por la falta de horas de sueño se vuelve común.
• Se puede llegar hasta la depresión o cambios de estado de ánimo repentinos.
• Trastornos digestivos.

Para que te adaptes lo más rápido posible, te compartimos algunos consejos:

1. Duérmete antes de lo acostumbrado
Los primeros días te costará trabajo, pero debes intentarlo. Vete a la cama a la hora que acostumbras, aunque es una hora antes (gracias al cambio) es importante que no rompas con tus hábitos. Para que logres conciliar el sueño te recomendamos que dejes de usar tu smartphone por lo menos 30 minutos antes, ya que la luz de este aparato interfiere con la segregación de melatonina, hormona encargada de producir sueño.

2. Haz ejercicio
El ejercicio es un excelente aliado para acostumbrarse al nuevo horario, pues la mente y el cuerpo se relajan. Lo ideal es correr por la mañana, para que al anochecer tu cuerpo esté relajado. Si eres un corredor matutino, es necesario que hagas un esfuerzo por levantarte, aunque eso signifique “desmañanarte” los primeros días. Esto sin duda te ayudará a no romper con tus hábitos. Si corres por la noche, una vez que termines, date un baño con agua tibia, esto te ayudará a conciliar el sueño.

3. ¡No te saltes la cena!

Aunque no tengas hambre antes de acostarte, intenta cenar algo ligero. Irte a dormir con el estómago vacío podría hacer que no descanses lo suficiente o que despiertes antes de lo que esperabas. Es importante cenar a una buena hora (entre dos y tres horas antes de acostarse), para que la digestión se lleve a cabo antes de dormir.

4. Evita ingerir café, bebidas energizantes o muy azucaradas
Estas bebidas estimulan mucho al sistema nervioso, haciendo muy difícil conciliar el sueño. Lo mejor sería no consumirlos por lo menos durante la primera semana, pero si eres de los que no pueden vivir sin café, es mejor que lo tomes por la mañana, sin abusar y en la noche tomes algo mucho más relajante como un té o un vaso de leche caliente.

5. Evita tomar siestas
Sin importar que tan cansado o somnoliento te puedas sentir, no caigas en la tentación de dormirte un rato por la tarde. Esto sólo empeorará el hecho de que no puedas conciliar el sueño por la noche, lo que hará que no puedas levantarte por la mañana. Pero no te preocupes, una vez que tu cuerpo se acostumbre al nuevo horario, podrás retomar tus siestas.

6. Deja el celular, la tele y demás dispositivos electrónicos fuera de tu cuarto                                                                        Si en verdad quieres levantarte temprano, tendrás que dejar afuera de tu cuarto cualquier dispositivo que te impida dormir. Los celulares, computadoras, videojuegos y televisiones son un enemigo del sueño: debido al fuerte número de estímulos que esto nos puede causar (sonido, imágenes, colores muy fuertes), nuestro cerebro puede quedarse en un modo de fuga durante un tiempo, dificultándonos el irnos a dormir.